El viernes 25 de Enero, para promover la experiencia del acogimiento familiar en Barcelona, Familias para la Acogida organizó un ENCUENTRO-TESTIMONIO de una familia acogedora de nuestra asociación: Cristina Pascual y Luis Alfonso González.
La cita fue en el Colegio Spinola-Abat Oliba de Barcelona. Tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio de acogida de un matrimonio de Madrid que vino con sus tres hijos; el mayor adoptado después de un acogimiento preadoptivo y dos hermanas en régimen de acogimiento permanente.
Fue un gran regalo tenerlos entre nosotros durante todo un fin de semana, testimoniando la belleza y el gozo presente en su vida. Cristina comenzó explicando cómo había vivido el dolor de la infertilidad durante años y todo el trabajo que había tenido que hacer frente a esta dificultad.
Nos habló de la acogida como una vocación, como una respuesta. Los signos de la realidad les habían cerrado las puertas primero a la adopción dejando más claro y posible en cambio el camino de la acogida.
Fue repasando el recorrido realizado ante la angustia inicial de imaginar la posibilidad de retorno de los hijos con su familia biologica y cómo esta había ido disminuyendo con el tiempo ayudada por la educación y la mirada de sus amigos de Familias para la Acogida.
Luis Alfonso nos habló de la necesidad que tenía de ser padre cuando miraba su vida y se preguntaba: ¿para quién trabajo yo? Contaba cómo al empezar quería responder a esta necesidad con niños con determinados requisitos: sanos, sin diferencias raciales, sin necesidades especiales… ¡¡Que fuera guapo!! Y, providencialmente, les dieron ¡un niño guapo! Nos explicó que a partir de la belleza, la alegría y el gozo de acoger en casa había nacido el deseo de acoger a nuevos niños con cada vez menos pretensión sobre los requisitos. Así es como realizaron un segundo acogimiento de dos hermanas de origen africano.
Nos contaba que él no vive con temor la posible entrega de las niñas por la conciencia grande de que no son suyas. Decía Luis Al: «Somos muy felices porque recibe más el que da. La vida está para darla.» El deseo de continuar acogiendo está presenteen su vida, pero de momento es necesario esperar pues viven una realidad compleja que agota.
El encuentro fue numeroso y participado. Gracias amigos por vuestra disponibilidad y amistad.
Gloria Arnau