Del 6 al 8 de mayo de 2011 varias familias de los grupos de acogimiento, adopción y discapacidad han pasado juntas el fin de semana en Cercedilla (Madrid). Ha sido una propuesta sencilla con el objetivo de disfrutar en compañía, conocer a las familias que venían por primera vez y ayudarse en esta experiencia.
“El viernes 6 de mayo, bajo una tormenta memorable de lluvia y granizo, llegamos al albergue juvenil de Cercedilla “Villa Castora” quince familias de la Asociación. Después de cenar, y debido al apagón eléctrico, tuvimos que cambiar de planes, y pasamos la velada charlando y cantando algunas canciones.
El sábado amaneció lluvioso y empezamos la mañana trabajando sobre el documental “Mi casa es la tuya” del autor italiano Emmanuel Exitu, mientras los niños disfrutaban de una película infantil. El documental cuenta la historia de diversas familias de la asociación Famiglie per l’accoglienza, haciendo un recorrido por el mundo del acogimiento.
La experiencia que salía a la luz en todas estas familias era de un bien y una positividad más grande que todas las dificultades. El video suscitó muchos comentarios. Por ejemplo, el de un joven matrimonio que se acercaba por primera vez a la posibilidad de la adopción y manifestaba su inquietud por el margen de libertad que podían tener frente a una propuesta de la administración. La respuesta de los más “veteranos”, era clara en este sentido: delante de una propuesta no se debe decir “sí” sin una certeza “de fondo” que sólo uno mismo es capaz de decir si posee o no. Si bien es cierto, lanzarse a una adopción o a un acogimiento siempre comporta un factor de “riesgo” en el sentido de que nunca está todo prescrito de antemano y siempre, como en todo en la vida, pueden surgir muchos imprevistos.
Otras familias hablaron de que junto al dolor que muchas veces hay en las experiencias de acogimiento o adopción, siempre convive la certeza de un bien más grande para esa familia, aunque es necesario volver a darse cuenta de esta experiencia de bien para no caer en el automatismo.
A lo largo del día se sumaron más familias que vinieron a pasar el día con nosotros. Después de comer, y aprovechando el cese temporal de la lluvia, fuimos de excursión por Las Dehesas de Cercedilla. Arriba hicimos algunos cantos, y ya de regreso, disfrutamos de una audición.Tras la cena, los mayores vimos la película “Cartas a Dios”, de reciente estreno, sobre un niño con leucemia, que descubre a Dios gracias a una vendedora de pizza.
El Domingo, por fin radiante de sol, aprovechamos para pasear y conversar tranquilamente en las terrazas del pueblo. Ha sido muy llamativa la convivencia con tantos niños y muchos de ellos con graves minusvalías. En ningún momento han supuesto una distorsión en la convivencia y sus necesidades particulares han estado integradas en una normalidad completa. Los adultos se han encargado indistintamente de sus hijos y de los demás, en una corresponsabilidad compartida con total espontaneidad”.
J.H.