El Corazón de la Acogida – Encuentro de Familias con los amigos de la Casa de la Almudena

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Algunas familias de Barcelona se encontraron con nuestros amigos de la Casa de la Almudena, compartiendo testimonios y momentos comunes.

Os dejamos algunos de los testimonios que surgieron en el encuentro.

E.

En casa somos diez: cinco hijos biológicos: J., adoptado con Síndrome de Down; A., acogido (con su madre V., que va y viene) y la abuela, mi madre. Nuestra casa ha sido el fruto de muchos pequeños “Sí”. Mi marido ha sido el regalo más grande que me ha hecho Dios. De estar en la fraternidad de J.R. y B. surgió una belleza. Miras a los otros y ves una belleza que te atrae y quieres para ti. Ellos acogieron a un niño que tenía su madre en la cárcel. Y eso nos pareció atractivo. 

En los avisos de Familias para la Acogida salió un día la necesidad de J., un niño con Síndrome de Down para adoptar. Yo pensaba que no iba a poder tener un niño que no fuera de mi carne. Pero me sentí llamada a responder. Y me di cuenta que J. sólo necesitaba ser querido. Y tenerle con nosotros me ha hecho querer mucho más a mis hijos. Entender lo que es el ser humano. Aprender a amarlos como son, sin pretender de ellos. Y así al mundo entero. Y hacer crecer más todavía el deseo de la acogida. 

J.R. y B. nos propusieron participar en el proyecto de la casa. Si no lo hacíamos, veíamos que nos perdíamos algo bueno. Mi hijo nos decía: “¿pero dónde vamos, si lo tenemos todo en esta casa?” (en Cáceres). Es verdad: dinero, casa bonita, los hijos fenomenales,… y nos fuimos a un piso mucho más pequeño, en Madrid, para estar cerca participando del proyecto de La casa de la Almudena. Pero no perdimos, porque en estos seis años de peregrinar hasta que salió la casa, encontré el sentido de mi vida. Eso sí que es TODO, porque por mucho que tengas, si no tienes eso, tu corazón sigue ansioso y muy inquieto. 

Ahora, en la casa, vivo con mucho más sacrificio, pero sé por qué y para Quién es lo que vivo.