La película de Eric Toledano y Olivier Nakache es una adaptación libérrima de unos sucesos verídicos, y ha contado en todo momento con la supervisión de su protagonista real. Philippe (François Cluzet) es un multimillonario parisino que ha quedado tetrapléjico tras un accidente de parapente. Contrata como enfermero y cuidador a Driss (Omar Sy), un senegalés barriobajero y delincuente que supone el contrapunto existencial que Philippe buscaba. De su atípica relación va surgiendo una amistad que les va a humanizar paulatinamente a los dos.
Esta hilarante comedia no es del todo original, ya que recuerda a otras cintas como las francesas El mundo de Marty (Denis Bardiau, 2000) o la más popular La escafandra y la mariposa (Julian Schnabel, 2007), también inspirada en hechos reales. Sin embargo la frescura de su puesta en escena, su desinhibición, y su acertada combinación de humor y ternura la convierten en una cinta especial. A pesar de su optimismo antropológico, la película es muy francesa en su relativismo y en su ausencia de reflexión profunda sobre el sentido de una vida amputada. Sin embargo, propone el amor como sanación, alaba la responsabilidad sobre la propia vida y exalta el valor de la diferencia y de la amistad gratuita.
Juan Orellana.