Acogimiento, adopción: el abrazo que regenera.
El pasado fin de semana tres miembros de la asociación Familias para la Acogida de Madrid hemos disfrutado de la participación en un seminario de formación organizado por la asociación «famiglie per l´accoglienza» , cerca de Milán, bajo el título: Acogimiento, adopción: el abrazo que regenera. Formaba parte de un proyecto de formación más amplio titulado: Lugares de bien y menores vulnerables: la acogida que educa y sostiene. Se trataba de profundizar en el trabajo que se había inciado en otro seminario unos meses atrás.
La sobreabundancia y riqueza de dicho encuentro había sido tal que se vio la necesidad de alargar ese trabajo con este segundo seminario para poder recoger y mirar, más hasta el fondo, las cuestiones y temas allí tratados.
Con este fin, ochenta personas que guían grupos de distintas ciudades, comenzábamos el sábado a las 9:30 de la mañana a intervenir en una asamblea en la que -partiendo de la experiencia- se planteaban preguntas, necesidades o se testimoniaba en qué modo era verdad que la acogida es la afirmación de que en la realidad vence el bien y cómo afrontar todo lo que pasa en torno a nuestras muy variopintas acogidas o adopciones. Experimentamos que todo corresponde a nuestro deseo de infinito, que todo se hace más nuestro y cómo la compañía que nos hacemos entre nosotros nos permite experimentar que lla primera obra que nos interesa es nuestro propio yo.
Por la tarde hubo trabajo por grupos para trabajar dos intervenciones del seminario de noviembre, donde se abordaban el acogimiento y la adopción de un modo más pormenorizado. En el de acogimiento trabajamos, entre otras cosas, los siguientes aspectos:
- ¿Qué mueve el acogimiento?
- la familia de origen: la condescendencia que requiere la relación con ella,los diversos instrumentos de ayuda en esta relación , la presencia de educadores y operadores sociales, la relación directa -cuando es posible- con la familia de origen, la escuela y demás contextos comunitarios.
- la familia acogedora: la disponibilidad de ésta a ser educada y acompañada, la unidad que necesitan vivir entre sí los cónyuges y la familia, la necesidad de una riqueza de relaciones, educar através de una relación, el problema de las reglas…
- la restitución del niño a la familia de origen
- el niño que es acogido
- la cuestión de los hijos biológicos y su papel en el acogimiento
- la importancia de las redes
- y la relación con los servicios sociales.
Siempre partiendo de la experiencia de las familias (que es -sin duda- la peculiaridad cultural de nuestra asociación) y de cómo el adulto ha de ser educado, hemos aprendido -una vez más- que estamos insertos en una historia riquísima en experiencia, con la que es posible afrontarlo todo y hacer juntos un camino apasionante.
El trabajo ha sido intenso, pues han sido casi doce horas diarias de actividad, pero ésto también pone de manifiesto la seriedad con la que se afronta el trabajo sobre nosotros mismos.